Santa Rosa
Cambió los guantes por el pincel
«Y sí, es una locura más». David «Fefé» Suárez lo pensó, lo ideó y con el aval de los dirigentes de Atlético Macachín se encargó de pintar las tribunas y la cabina del estadio José Lizasuain, popularmente conocido como «La Bombonerita Roja».
La pandemia de coronavirus afectó de manera directa a los clubes. Se pararon las actividades deportivas, los ingresos llegan en mayor medida a través de ayudas estatales y el aporte de algunos socios, que le permiten a las instituciones mantenerse, pese a la adversidad.
Y el parate, dentro de todo lo malo, le permitió a los clubes llevar adelante obras, que quizás con la actividad en marcha no se podrían haber realizado. El Rojo macachinense no fue la excepción, y en este caso el impulsor fue el ex arquero de Atlético, y actual entrenador de arqueros, David Suárez.
«En este tiempo iba a la cancha, tomaba unos mates y veía las cabinas despintadas. Le propuse a Luis (Aguirrezabala, el presidente) de pintar las cabinas y no tuvo ningún problema. Así que arranqué», le contó ayer a LA CHUECA «Fefé».
Una vez que las cabinas ya presentaban su nueva cara, Suárez miró a su alrededor y vio que las tribunas también estaban descoloridas. Entonces, fue por más. Porqué no darle color también a esos otros sectores de la cancha.
«Arranqué con la cabina, me entusiasmé y seguí con la popular. Después la tribuna sur y terminé con la platea. En nueve días, estaba todo listo», agregó «Fefé», quien reconoció que estas son cosas que se hacen y quedan para la institución.
A través de las redes sociales, los simpatizantes del Rojo, y también de otros equipos, destacaron la tarea realizada en el estadio. Asimismo la cuenta de Atlético Macachín replicó un mensaje, que estaba acompañado por unas fotos de las obras llevada adelante y la frase de Nelson Mandela: «Un ganador es un soñador que nunca se rinde».
«Tenemos un claro ejemplo muy cerca nuestro, en el CAM (Club Atlético Macachín). Para quienes lo conocemos un poco, Fefé , Fefo, David, es un autentico soñador, el típico soñador, el loco soñador. Por estas horas no se ha rendido, le ha regalado horas de su tiempo a nuestra querida institución y aquí se ven reflejados los resultados. Estas bellas imágenes nos llenan de entusiasmo y felicidad!! Y sí señores falta menos para volver!», fue el mensaje que compartió el Rojo.
«Amor por el Club».
«Tengo mucho amor por el Club y esto que hice es un granito en un desierto. Todo se hace con la mejor intención y la mejor voluntad», manifestó el ex futbolista, que también vistió las camisetas de Independiente de Doblas y de Unión de Miguel Riglos, justamente los «clásicos» de Macachín.
«Esto lo tomé como un desafío y siempre sirven estas acciones para dejar un mensaje», contó Suárez, que puso toda su disposición a servicio del club, ya que el material fue aportado por el propio Fefé, quien contó con una colaboración del «Gallego» Orallo.
«Con el club siempre estuve colaborando, esto es un gesto más para sumar y que sirva para abrir las puertas a nueva gente. Lo mío fue como un impulso gratificante, pero el equipo de gente que hay en el Club, con Aguirrezabala a la cabeza, siempre se preocupa para que se mantenga en pie», agregó.
«Ya sea estando como jugador o como hincha, siempre estuvo el Club presente. Por eso lo menos que puedo hacer es retribuirlo con esto. Me fui motivando y en nueve días termine de pintar, porque soy medio detallista. Es un trabajo grande y para mí quedó ocho puntos», dijo Suárez, que «no es pintor», pero que según reconoció «siempre me gustó pintar como algo artístico».
«Es muy bueno el reconocimiento, porque es el calor de la gente que siempre ha estado a tu lado», cerró.
Muchas veces, los arqueros suelen ser catalogados «sin manos». En este caso, «Fefé» Suárez demostró todo lo contrario y con sus manos, esas que alguna vez le habrán valido una gastada, pintó La Bombonerita Roja.
«Lleva el club en el alma»
El presidente del Club Atlético Macachín, Luis Aguirrezabala, destacó la labor realizada por el ex arquero del Rojo, David «Fefé» Suárez, al que calificó como «un loco lindo, que lleva el club en el alma». El dirigente de Macachín recordó que un día apareció «Fefé» en el club y les dijo, sin medias tintas: «Lo voy a pintar, lo voy a hacer solo. Arrancó un día y lo hizo». En épocas de tantas malas para las instituciones, que hace dos meses tienen sus puertas cerradas, estos gestos remarcan lo que significan los clubes para las localidades pampeanas.
Fuente: Diario La Arena