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Villa Constitucion

Un año inolvidable en la Liga Regional del Sud

El 2019 del fútbol regional culminó con la final más importante de la historia sin resolución hasta el día de hoy. Riberas fue un gran protagonista, mientras que Talleres hizo historia en la Copa Santa Fe y se quedó con el Apertura para ser el máximo ganador de la Liga. Diario El Sur hará un recorrido de todos los acontecimientos.

El desenlace final: partido suspendido.

El 2018 había tenido a Porvenir Talleres y Riberas del Paraná como los campeones del año. En el Apertura, El Monstruo logró su tetracampeonato al derrotar a ASAC en la final. Sin embargo, en el Clausura, La Academia lo eliminó en semifinales y se reencontró con la gloria tras 15 años.

Nuevamente este año tuvo a los dos equipos más representativos de la ciudad en los primeros planos y animando todas las competencias de la Liga Regional del Sud como así también la Copa Argentina; donde Talleres se ubicó entre los ocho mejores.

Tras el receso de verano, los conjuntos retornaron a los entrenamientos y en los equipos de la ciudad no hubo demasiados cambios. Porvenir Talleres ratificaba a Fernando Stagnari como entrenador y anunciaba la vuelta de Juan Cruz Vega tras su paso fugaz por Unión de Arroyo Seco, como también la incorporación de Ángel Ayunta, el ex jugador de Racing Club y Empalme Central.

En la vereda opuesta, la subcomisión ribereña mantuvo a Damián Scheggia como entrenador debido a que éste le había devuelto un campeonato a La Academia tras el último conseguido en 2003 en la cancha de Empalme Central. Sin embargo, Agustín Lara, una de sus figuras, emigró justamente al Canalla; y también el referente Facundo Fabbi se alejaba del fútbol. Por ende, Riberas buscó experiencia y jerarquía incorporando a Iván Heinzmann, Gonzalo Tejerizo y César Verdera.

El que movía las piezas era El Santo. San Lorenzo de Villa Constitución buscó consolidar un proyecto encabezado por Nahuel Paganini y Héctor Álvarez, como entrenador del primer equipo que contó con varios refuerzos para mejorar la actuación del año anterior, lo que había significado la vuelta a Liga Regional del Sud.

En Empalme, Atlético mantenía su base de jugadores y afianzaba el proyecto de Luciano Castellarín, mientras que Empalme Central con Joel Callegari a la cabeza, ilusionaba al pueblo canalla. El aurinegro comenzó de gran manera el año al vencer a su eterno rival en los dos partidos de la Copa Amistad.

 

Talleres fue el campeón del Apertura.

 

A principios de marzo comenzó el Torneo Apertura y en la primera fecha se revivieron las finales del año anterior. Talleres comenzaba con el pie izquierdo al caer en Arroyo Seco con ASAC, mientras que Riberas volvía a ganarle a Unión en Las Dos Avenidas con una gran actuación de su goleador Darwin Barreto que continuó en el club. A su vez, San Lorenzo sumó de gran manera en las primeras fechas y se cayó sobre el final del certamen, quedando eliminado y no pudiendo disputar los playsoff.

En la fecha siguiente, se producía un hecho histórico. Atlético Pavón volvía a hacer de local en su regreso a la Liga tras casi 20 años. En una fiesta para el pueblo, el conjunto de Norberto “Tato” Scheggia derrotó al último campeón, Riberas, por 3 a 2 en un cotejo apasionante.

Cuando finalizaba marzo y comenzaba abril, Talleres y Riberas se enfrentaron tres domingos consecutivos. El primer duelo fue en Riberas por el certamen local y quedó en manos del visitante por 1 a 0 con gol de Juan Cruz Vega. Una semana después, Talleres volvió a ganar pero esta vez por la ida de la primera ronda de la Copa Santa Fe. Tras el 3 a 2 en la República, el empate 1 a 1 de la revancha clasificó al Monstruo.

Porvenir Talleres eliminaba a su eterno rival y comenzaba su odisea en la Copa Santa Fe. Allí, los dirigidos por “Nano” Stagnari eliminaron a Provincial con los mismos resultados que ante Riberas, y en tercera ronda a Tiro Federal con una aplastante goleada 5 a 0 en el Barrio Ludueña de Rosario.

En octavos de final, los duelos eran a partido único y se sorteaba la localía. 1 a 0 a Unión de Totoras y clasificación entre los ocho mejores. Ya en cuartos, Talleres caería en La República ante Sportivo Las Parejas, dirigido en ese momento por el villense Gustavo Raggio. A su vez Las Parejas fue el campeón de la edición 2019 tras superar a Colón en semifinales y a Central Córdoba en la final.

 

El Monstruo hizo historia en la Copa Santa Fe. Quedó entre los ocho mejores y en primera ronda eliminó a Riberas.

 

Mientras El Monstruo recorría la provincia, el Torneo Apertura estaba al rojo vivo. Empalme Central fue el puntero invicto hasta la décima jornada donde cayó con San Lorenzo y a partir de allí no volvió a ganar y se quedó afuera de los playsoff. Por lo cual, Talleres ganó la etapa regular al superar a Riberas por diferencia de gol, lo que hablaba de la paridad entre ambos conjuntos.

En los mano a mano, Riberas eliminó a Libertad y Atlético Empalme a Central Argentino. Por su parte, ASAC daba el golpe al golear a Unión como visitante, mientras que Talleres tenía que sudar demasiado para dejar en el camino al duro Pavón que dio que hablar en su regreso a la Liga.

ASAC, Talleres, Riberas y Atlético Empalme eran los cuatro semifinalistas del primer torneo del año. La final fue entre El Monstruo y El Verde ya que Talleres derrotó al Picante y Atlético dio el gran golpe en Riberas al vencerlo 6 a 0 en un duelo atípico con cuatro tantos del goleador de ambos torneos, Carlos Landriel.

El 14 de julio de este año, Porvenir Talleres obtuvo su 16° campeonato de la Liga Regional del Sud para desprenderse de ASAC y quedar como el máximo ganador en soledad. El Monstruo perdió la revancha de la final en La República por 3 a 2 ante Atlético Empalme pero le alcanzó la diferencia de 3 a 0 que había logrado en la Estancia Verde.

 

Pablo Lunati dirigió el clásico empalmense del Clausura.

 

Con un Talleres de festejo, la Liga no frenaba y daba lugar al inicio del Clausura 2019 que hasta el día de hoy no tiene un campeón definido. El torneo que pudo haber quedado en la historia y lamentablemente se empañó por completo.

En el arranque del campeonato, Talleres vencía a ASAC y Riberas repartía unidades en Arroyo Seco ante Unión. Nuevamente San Lorenzo comenzaría de gran manera y lentamente dejaría puntos en el camino.

En una etapa regular muy pareja nuevamente, esta vez fue Riberas quien la lideró por sobre una unidad encima del Monstruo. Cabe destacar que el clásico se disputó en Talleres y finalizaron 0 a 0, un adelanto de lo que proseguiría. Además, Atlético Empalme fue el vencedor del clásico empalmense que tuvo el arbitraje de Pablo Lunati.

En los cuartos de final, Atlético Empalme volvía a eliminar a Central Argentino y otra vez lo hizo en condición de visitante ante un Lobo que animó ambos campeonatos pero tuvo al Verde como gran verdugo del 2019. Además, Empalme Central lograba meterse a esta instancia y tras perder la ida como local, ganó 2 a 0 en cancha de Unión, quien terminó avanzando a semifinales tras una definición por penales que tuvo como héroe al villense Germán Tomasini.

En tanto, Talleres logró encarar la serie de gran manera en la ida con un contundente 3 a 0 ante ASAC en el Gabino Machuca, que lo sostuvo con el empate de la revancha. A pocas cuadras, Riberas eliminó a su gran escollo del año: Atlético Pavón. En el duelo de los hermanos Scheggia, Damián resultó ser el vencedor tras la remontada de Riberas por 2 a 0 en Las Dos Avenidas.

Las semifinales dejaban a Talleres y Riberas en llaves opuesta y ante la expectativa de jugar la final entre ambos por primera vez en la historia. En un noviembre agitado, El Monstruo cayó 1 a 0 ante Unión en la ida y revirtió la serie en su casa y ante su hinchada, con un trabajado 4 a 1 que lo selló en el complemento con una magnífica actuación.

Talleres volvía a jugar la final y esperaba rival. Riberas había ganado la ida por 3 a 2 en Atlético Empalme y la final histórica estaba cada vez más cerca. El 24 de noviembre, un fin de semana posterior al Mundialito Villa Constitución, la ciudad fue otra vez una fiesta. Riberas venció 2 a 1 a Atlético Empalme y esta vez sí. Por primera vez en la historia, la final de la Liga tendría a Riberas y Talleres.

 

Riberas festejó su pase a la superfinal.

 

Sin lugar a dudas, la final del Clausura tenía enfrente a los dos mejores equipos del año. A un Talleres temible que con su juego ofensivo logró resultados históricos en los últimos años y que en este año ya había hecho historia en la Copa Santa Fe y se coronó en el Apertura. Además, Riberas era el otro animador debido a que en ambos certámenes fue quién más puntos había obtenido -junto a Talleres en el Apertura- y que a su vez, consolidó un equipo que era fuerte en cualquier escenario.

Por los equipos, por las hinchadas, por la historia y por la ciudad; la final era histórica, única e inolvidable. En la ida, el marco fue extraordinario. La República de Talleres se colmó de gente de amabas parcialidades para presenciar el primero de los duelos. Allí no se sacaron diferencias e igualaron 0 a 0. El Monstruo fue más protagonistas pero Riberas se defendió férreamente.

Tras una semana de espera, los equipos más representativos de la ciudad, se vieron las caras nuevamente. Esta vez en la tarde del 8 de diciembre del 2019, la misma que podía quedar en la historia.

El estadio de Las Dos Avenidas se llenó por completo. En la casa ribereña no cabía un alfiler. La revancha tuvo absolutamente de todo, salvo un detalle: no hubo campeón. Desde el arranque, humos blancos y rojos por un lado, mientras que en la tribuna que daba a calle Moreno, el azul y amarillo inundaba el estadio. Los gritos eran de aliento y también de tensión y nerviosismo.

Matías Santiago fue el árbitro del encuentro y dio orden al inicio del partido crucial. En cuanto al juego en sí, cada uno trató de imponer su estilo y solamente hubo llegadas aisladas. Sin embargo, las emociones alteraban por momentos, como también el clima: nublado, lluvioso, soleado y luego se hizo de noche. Talleres finalizó los noventa minutos reglamentarios con un hombre de más pero quien pudo abrir el marcador fue Riberas. A los 52 minutos, César Verdera convertía para el local pero el árbitro lo anuló por infracción de Darwin Barreto sobre Gastón Riganti, el arquero del Monstruo.

El duelo fue al alargue y en el primer tiempo del mismo, Talleres convertía en el mismo arco que La Academia y también se lo invalidaron. Esta vez a instancias del línea Matías Romero, por posición adelantada de Federico Hernández. Nuevamente 0 a 0 y cuando restaban 9 minutos finales, la parcialidad local le arrojó un proyectil al línea Matías Valenzuela, por lo cual el partido fue detenido.

Si bien el árbitro manifestó estar en óptimas condiciones para continuar, la policía no dio las garantías y el partido fue suspendido. Aquella tarde del 8 de diciembre no pudimos conocer al campeón y aún tampoco. El Tribunal de Disciplina reprogramó lo que restaba del duelo en un campo de juego neutral. Al día de la fecha, ese escenario no se consiguió y se bajaron diferentes propuestas.

El 2019 tuvo de todo pero sin embargo nos quedamos con la duda de qué pasará. Si habrá o no campeón del Clausura y si la final será reprogramada o no. De lo que no hay dudas, es que Riberas y Talleres, con su desempeño futbolístico, pusieron a la ciudad en lo más alto de la región y la provincia.

FUENTE: DIARIO EL SUR

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