Neuquen
¡A-Guante el León!: una copa más para la vitrina
Deportivo Rincón venció por 1-0 a Petrolero, con un golazo de Julio Ibáñez, y sumó su 4ª Copa Neuquén.
POR OSVALDO DOMINGUEZ / deportes@lmneuquen.com.ar
“¡Somos campeones otra vez!”, cantaban los jugadores y los hinchas de Rincón. El León aprovechó la experiencia de sus futbolistas para definir instancias decisivas y venció a Petrolero Argentino por 1-0 en su casa, con lo que sumó su cuarto título de Copa Neuquén y el primero que define en su estadio. El tanto de la victoria lo anotó Julio Ibánez, con una vistosa ejecución de tiro libre.
En un partido que tenía al León en la obligación de buscar el arco contrario por ser local, el Matador no se dejó doblegar fácil y disputó el control desde el arranque, en un planteo acorde a lo que venía demostrando el elenco de Cutral Co.
Con esta tónica, ambos equipos saltaron a la cancha ante la atenta mirada de un nutrido grupo de espectadores rinconenses que no se dejó amedrentar por el frío y alentó a su equipo. Así, Rincón buscó desnivelar el marcador con buenos desbordes de Inda por la banda derecha y un activo Ibáñez por el carril izquierdo intentando conectar un centro con Muñoz. Y la táctica no tardó en dar sus frutos: el 9 del León anotó un tanto tempranero pero el juez de línea levantaba el banderín para señalar el fuera de juego y la cosa seguía 0-0.
Minutos más tarde llegarían las réplicas en los pies de Viveros, González y Zúñiga, que se movían rápido en el frente de ataque cada vez que el anfitrión les daba espacios, pero los centrales López Carrillo y Benítez estuvieron a la altura para resolver los intentos del Naranja. El tanto definitivo llegaría de una manera inesperada cuando el reloj indicaba 32 minutos de la primera mitad, con una prodigiosa ejecución de Ibáñez que dejó parado a Alegría.
El dueño de casa no se quedó conforme con el primer grito y arremetió con un tiro de Ariel Moyano que esta vez el 1 de Petro contuvo bien para mantener las esperanzas de los cutralquenses. Así, el primer tiempo terminó con una luz de ventaja para el León, que estaba 1-0.
Pero cuando los equipos pisaron el césped para dar inicio a la segunda etapa, el Naranja salió dispuesto a vender cara su derrota con pasajes de buen fútbol y otros más friccionados, como suele ocurrir en instancias determinantes. De este modo, en un premio para el esfuerzo, la visita consiguió un penal a los 27’ del complemento que podía poner en pardas la serie. Pero la suerte le dio un guiño a Fievet, que contuvo el tiro desde los 12 pasos y le dio un alivio a su gente, en la acción más clara del encuentro para el Matador.
Terminados los 90’, Ibáñez resumió el título: “Soy un agradecido a Dios por esta bendición. Tenemos un grupo bárbaro que deja todo y creo que somos justos ganadores de esta copa”. Otro logro para el León, que suma el séptimo título en su historia en apenas seis años de existencia.
Fuente: La mañana de Neuquen