La Plata
Jugador del Club Brandsen fue baleado para robarle la bicicleta
Una historia dramática pero con final feliz: vuelve a su casa el joven baleado
Foto: Gonzalo, ayer, en su habitación del san martín junto a Carolina
A diferencia de muchos otros casos de inseguridad, el de Gonzalo Vincent (29) terminó con una recuperación tan rápida como increíble, después de que cuatro motochorros le pegaron dos tiros para robarle la bicicleta en la que iba por el barrio El Mondongo camino a su casa.
Como informó este diario en su edición de ayer, el brutal ataque ocurrió a la 1.40 del viernes en boulevard 84 entre 67 y 68, cuando la víctima volvía de cenar en la casa de sus padres, en la zona de 5 y 39.
Además de los dos impactos de bala, uno de ellos en el sector dorsal izquierdo y otro en la misma altura de la zona baja de la espalda, este pibe que juega al fútbol en el Club Brandsen sufrió una herida cortante en la parte de atrás de la cabeza, ya que los ladrones lo golpearon contra una pared con fuerza.
Sus gritos pidiendo clemencia antes de que le dispararan y las detonaciones, impulsaron a un matrimonio de esa cuadra a salir a la calle. El hombre, cuchilla en mano, alcanzó a ver a dos motos con cuatro sujetos, uno de ellos con la bicicleta que le arrebataron a Gonzalo.
TUVO RÁPIDA ASISTENCIA
Su mujer, Carolina Lista, se ocupó de llamar al 911. Y mientras esperaba en la calle aque llegara un patrullero, se encontró con Gonzalo caminando casi a punto de caerse, perdiendo sangre y pidiendo ayuda.
Carolina y su esposo lo asistieron dándole un vaso con agua, tranquilizándolo y más tarde, luego que el joven fue operado en el hospital San Martín, fueron a visitarlo para saber cómo estaba. Fueron sus ángeles de la guarda. Ayer Carolina volvió a visitarlo en el hospital, para alegría de Gonzalo, que le agradeció el gesto, como también haber ayudado “para salvarme la vida”.
“ESTÁ CON MUY BUEN ÁNIMO”
Walter Vincent es el papá de Gonzalo y tras visitarlo en el hospital le contó a EL DIA que “mi hijo está ahora con muy buen ánimo, porque además de recuperarse de manera fantástica, gracias a la atención médica que recibió y a la lección de solidaridad que brindó el matrimonio que lo asistió de entrada”. Según Walter, a Gonzalo también lo visitaron muchoas amigos y conocidos que se preocuparon tras conocer la noticia.
Es que Gonzalo trabaja como profesor de Educación Física en un gimnasio platense, está cursando el primer año de una licenciatura en su profesión y además juega al fútbol en la primera división del club Coronel Brandsen del amateurismo platense.
Walter y su familia son oriundos del municipio bonaerense de Pellegrini, de 7.000 habitantes, distante a 100 kilómetros de la provincia de La Pampa.
“Justo el día del ataque habíamos llegado con mi señora y esa noche cenamos junto a Gonzalo, al que quise llevar a su casa en mi auto, pero no quiso que me molestara”, recordó. Y remarcó: “fue un susto grande, pero de un momento a otro le dan el alta”.
Fuente: Diario El Dia