Bolivar – En una final espectacular, Empleados se consagró campeón liguista

El conjunto «gallego» perdió 4 a 3 ante Ciudad en el Estadio Municipal, pero hizo valer el 3 a 0 que había conseguido en el partido de ida y consiguió su trigésimo título de la Liga Deportiva de Bolívar. Fue un espectacular partido de fútbol, con todos los condimentos, goles, polémicas y emociones. Gran marco de público en la final liguista.

El «Cele» tardó sólo 5 minutos en ponerle picante al partido. Ferreira metió un remate fuerte desde el borde del área, la pelota dio en el travesaño, y el nigeriano Félix Orode capturó el rebota para señalar el 1 a 0.

Cinco minutos después, a los 10, apareció nuevamente Orode. Elías Gutiérrez peleó una pelota contra el final de la cancha, metió el centro atrás, y el ex San Lorenzo, oportuno, tocó la pelota a la red.

Cuando parecía que el panorama se tornaba oscuro para el elenco albirrojo, encontró alivio a los 32 minutos. Nicolás Lucero tocó suave por debajo del cuerpo del arquero Álvarez y determinó que se fueran al descanso con el local arriba, pero 2 a 1, y con el global 4 a 2 para los de Julio Zorrilla.

Empezó el segundo tiempo y otra vez el oportunismo de Orode le puso calor al partido. Iban 5 minutos cuando Salván y Carrica no se pusieron de acuerdo para despejar un pelotazo aéreo y el nigeriano, rápido de reflejos les ganó la posición y definió ante el achique de Santos.

Sin embargo, a los 13 les «volvió el alma al cuerpo» a los hinchas «gallegos». Elio Cuello desbordó por derecha, metió el centro al medio como indica el manual y Nacho Díaz se anticipó a los marcadores para definir a la red y sellar el 3-2.

A los 18 minutos, luego de un corner para Ciudad ejecutado por Lemos desde la izquierda, se durmió toda la defensa de Empleados y, una vez más, Orode convirtió el gol del 4-2 para completar su póker personal y devolverle la emoción al partido.

Ciudad continuó en la búsqueda de la hazaña, fue por un quinto gol, hizo un gran desgaste (hay que tener en cuenta que presentó sólo 12 jugadores, con el arquero Biscardi como único suplente) y eso le abrió espacios a Empleados para los contraataques. Fue así que a los 46, después de un par de intervenciones muy buenas de Enzo Álvarez, Mateo Berdesegar anotó el 4-3 definitivo, el que le aseguró el campeonato al conjunto «gallego».

Fue una final dignísima, entre un equipo aceitado por la estabilidad de jugadores a lo largo de los años y otro que surfeó un mar de imprevistos pero dio la cara, dejó hasta el alma dentro del campo de juego y afrontó la final con entereza y gran amor propio. Los campeones fueron los albirrojos de Empleados, pero los ganadores fueron los espectadores, que vieron un partido para el recuerdo.

A festejar, «gallegos»! El título número 30 de una historia repleta de grandes momentos…

Fuente: Fotos y texto: bolivartv