Albardon
Instituto La Laja se dio el gran gusto
Venció por 2-0 a San Martín de Cañada Honda y ganó por primera vez el torneo de los mejores del interior.
Tuvieron que pasar más de 90 años. Una historia larga, sacrificada y humilde fue tejiendo Instituto La Laja para que en este especial 2020, un año que jamas olvidaremos, pudiera anotar su nombre entre los mejores del interior de San Juan. Ganar la Copa de Clubes Campeones era un sueño, una ilusión que esperó mucho tiempo pero en este primer domingo de diciembre, se hizo realidad. Fue con toda la legitimidad del triunfo merecido por 2-0 sobre el dignísimo San Martín de Cañada Honda, con goles de Silvio Prieto y de Marcos Quiroga. Así, Los Diablos Rojos del norte albardonero se dieron ese gusto que tanto añoraban. Fueron los mejores en una edición distinta, especial, atípica. En la Fase Clasificatoria, desde enero a marzo, no dejaron duda alguna. En la Fase Final fueron abriendo paso con autoridad hasta que en marzo se cortó todo. Llegó el paréntesis y ahora, las semifinales y finales. Se ensucio su pase a la final en el cruce con Villa Ibañez por la polémica del penal que fue triunfo pero en la finalísima, La Laja no dejó dudas.
Empezó ganando antes de los dos minutos con la aparición de Silvio Prieto, la estrella de Desamparados, que ahora si jugó como lo marcan sus antecedentes. Ese gol tempranero abrió el juego para La Laja y obligó a que San Martín saliera, con los riesgos lógicos. Fueron 15″ de presión, de ataque y de llegadas de Instituto. No pudo aumentar la ventaja pero dejó claro que este era su día de gloria. San Martín respondió con la potencia de Federico Salinas. En el complemento, ahí si se vio la final de ida y vuelta que todos querían. La Laja perdonó varias veces y el arquero sarmientino, Elías Balmaceda fue figura. Era ventaja mínima para los albardoneros que iban por la liquidación del juego. Lo tuvo Quiroga, después Vila hasta que llegando el final, una magistral asistencia de David Franovich dejó a Marquitos Quiroga de cara al gol y el Avioncito no perdonó. Era el momento de gloria que tanto ansió la gente del norte albardonero. Instituto La Laja se daba el gusto de inscribir su nombre entre los mejores.
Villa Ibañez, tercero
En la previa de la gran final, hubo clásico ullunero para definir el tercer y cuarto puesto y Sportivo Villa Ibañez terminó venciendo por 2-1 a Juventud Ullunera para completar el podio de los tres mejores del certamen.
Instituto: el club que marca a un pueblo
Nació de las mismas vías del tren de carga. Ese ramal Central Córdoba que unía pueblos y trabajo, le dio espacio y nombre para el nacimiento un 21 de julio de 1929 del Instituto La Laja, hermanado en nombres y colores con el Instituto de Córdoba. Raíces obreras, de gente trabajadora de todo el Norte albardonero que con la cal y las minas se fue haciendo grande. Es pasión pura La Laja. Su gente, orgullosa por su sentimiento, sabe que hay mucho por hacer para agrandar mas a los Diablos Rojos pero estaba faltando este logro: la Copa de Campeones. Ahora, si ya se codea con los mejores de todo San Juan y eso, seguramente, abrirá el paso al crecimiento institucional que necesita. Su cancha necesita remodelación, su sede también más infraestructura y este será el primer paso para esos dos grandes objetivos. Nació del trabajo, del amor por una camiseta y hoy, a 91 años de aquella fundación, Instituto demostró que es grande con todas las letras.
Premios y clasificación
Más allá de la gloria de ser el mejor del interior, los cuatro equipos que llegaron a las finales de la Copa recibieron 60 mil pesos en efectivo y su invitación para la Copa de Campeones 2021 que ya está ultimando detalles. Instituto La Laja además, se ganó la plaza para representar a la Federación Sanjuanina de Fútbol en el próximo Torneo Regional Federal Amateur del Consejo Federal de AFA. En las premiaciones, el arquero Leo Avila fue elegido como el mejor del torneo mientras que el goleador del certamen fue el delantero de San Martín de Cañada Honda, Federico Salinas, quien llegó a las 12 conquistas en una edición atípica que empezó en enero y recién terminó en diciembre.
Fuente: Diario de Cuyo